Terapias alternativas: sí, pero no con cualquiera

Terapias alternativas: sí, pero no con cualquiera

Que no te vendan humo: cómo elegir bien a tu terapeuta

·        Encuentra la terapia que más se adapta a ti

No necesitas saber el nombre exacto de la terapia, pero sí tener una idea general: ¿algo emocional, energético, espiritual? Esa claridad te ayudará a elegir mejor y evitar decepciones. No todas las terapias sirven para todo, y un buen terapeuta también necesita saber si puede acompañarte en lo que estás buscando.

·        Asegurate de que tenga formación y experiencia

Al momento de elegir tu terapeuta, fijate que tenga una formación real y un recorrido propio. No hace falta que sea doctorado en Harvard ni que tenga 50 diplomas en la pared, pero sí que se haya preparado, que haya estudiado, y que sepa lo que hace.
Un buen terapeuta no se ofende si le preguntás por su formación o su experiencia. Al contrario, lo valora.

·        Confía en cómo te sientes con esa persona

Además de la preparación y experiencia,  tambien es importante  cómo te hace sentir. ¿Te escucha? ¿Te respeta? ¿Te sientes libre de decir que no?
La terapia es un espacio de cuidado, y tu cuerpo lo sabe. Si algo no te cierra, escucha esa sensación. No todo lo que se vende como “alternativo” es saludable.

·      Alerta con estas señales

⚠️ Te promete sanarte y rápidamente
Si alguien te dice que en una o dos sesiones vas a solucionar todos tus problemas, empieza a sospechar. Los procesos personales llevan tiempo, compromiso y acompañamiento. La magia instantánea no existe, al menos no en el ámbito terapéutico.

⚠️ Se presenta como un gurú o iluminado
Habla como si tuviera todas las respuestas, se coloca por encima y pretende que le sigas sin cuestionar. Ojo: un buen terapeuta no necesita impresionar ni crear dependencia, sino ayudarte a conectar con tu propio camino.

⚠️ Utiliza el miedo o la culpa para que no dejes la terapia
Frases como “si lo dejas ahora, vas a bloquear tu sanación” o “no avanzas porque no te entregas lo suficiente” son manipulaciones encubiertas. La terapia no debería hacerte sentir mal ni presionarte desde el miedo.

⚠️ Te toca sin tu consentimiento
El contacto físico debe ser claro, consensuado y respetuoso. Si alguien te toca sin preguntar o sin tu permiso explícito, está cruzando un límite que no debería.

Te hace sentir que estás bloqueado por tu culpa y que sólo él o ella puede ayudarte

Desconfía si te hacen sentir que el problema eres tú y que sin su intervención no vas a poder sanar. Un buen terapeuta no genera dependencia: te acompaña con respeto, te ofrece herramientas y te ayuda a que seas tú quien haga el cambio. El poder siempre está en ti.
Si pasa alguna de estas cosas, es momento de salir corriendo.

·        Mucho cuidado con los traumas

Quiere meterse con tus traumas sin saber cómo contenerte.
Te dice que va a sanar el trauma de tu infancia, una vida pasada o una relación tóxica, pero no tiene formación para ello. Mucho cuidado. Ir a lugares profundos sin herramientas adecuadas puede reactivar viejos dolores y dejarte vulnerable.

✅ Un buen terapeuta sabe hasta dónde puede acompañarte y cuándo derivarte a otro profesional.

·        ¿Y cómo sé si encontré a alguien bueno?

Un buen terapeuta no necesita impresionarte.


✔️ Te escucha con presencia
No está pensando en otra cosa ni apurado por darte una solución. Te escucha de verdad, con atención, respeto y sin juzgar.

✔️ Respeta tus tiempos y decisiones
No te presiona ni te hace sentir mal si avanzas despacio. Sabe que cada proceso es único y lo honra.

✔️ No hace promesas mágicas
No te promete “sanarte en una sesión” ni resolverte la vida. Es honesto con lo que puede ofrecer y no vende humo.

✔️ Es claro con el dinero y los acuerdos
Desde el principio te explica cuánto cuesta, cómo trabaja y qué puedes esperar. No hay sorpresas ni cosas raras.

✔️ Tiene ética y humildad profesional
Sabe hasta dónde puede acompañarte y cuándo es mejor derivarte. No juega a ser gurú, ni intenta hacer cosas para las que no está preparado.

En resumen

Elegir bien con quién trabajas tu mundo interior es un acto de amor propio.
No se trata de desconfiar de todo, sino de saber cuidar tu energía y tu historia.

“Sanar sí, pero con conciencia”

·        ¿Este artículo te ha resonado?

Compártelo con alguien que también esté en este camino.

Y suscríbete si quieres seguir aprendiendo y ser el primero en recibir recursos sobre terapias, autocuidado y crecimiento interior.

Regresar al blog